No justificamos de ninguna manera los femicidios; cada víctima representa una tragedia, especialmente cuando ocurre en el entorno familiar. Muchas veces, las mujeres se sienten atrapadas en sus propios hogares. Entendemos que no hay soluciones fáciles; las medidas como las tobilleras no siempre son efectivas, y denunciar puede ser un proceso complejo y arriesgado. Es difícil imaginar la vulnerabilidad de estas personas.
Lo que resulta preocupante es que a menudo se culpa a las armas, sin reconocer que el agresor puede usar cualquier medio para perpetrar su violencia. A veces, la disponibilidad de un arma puede ser un factor decisivo entre la vida y la muerte para la victima, ayudando especialmente a quienes se encuentran en una posición más débil.
Como mencionamos, cada víctima es una pérdida alarmante. Sin embargo, al observar la siguiente tabla, parece que se busca culpar únicamente a las armas de fuego. Es importante reconocer que no son el único medio para cometer tales atrocidades; quienes están decididos a hacer daño encontrarán maneras de hacerlo. Algunos políticos sugieren que eliminar las armas de fuego de ciudadanos honestos podría acabar con los femicidios, pero es fundamental abordar el problema de manera integral.